Los chakras, el chakra Ajna

El sexto chakra es el chakra situado en la mitad de la frente, a la altura de los ojos, por eso es conocido como “el tercer ojo”. Se lo representa con dos pétalos pero en realidad posee 96 pétalos, porque cada uno de esos dos grandes pétalos son en realidad dos divisiones, una con 48 pétalos de color rosa y la otra con 48 pétalos de color azul, lo que aparenta dar una imagen final de color añil o índigo. Estos pétalos están situados detrás de un triángulo contenido en un círculo, que simbolizan a las tres glándulas interiores dentro de la cabeza, el triángulo místico, conformado por el chakra de la frente o tercer ojo (justo en el área del quiasma óptico, frente al hipotálamo), el Chakra Coronario (glándula pituitaria) y el Chakra Coordinador o Voluntad de Dios, (glándula pineal).

Cuando este chakra está perfectamente balanceado el individuo está orientado hacia la autorreflexión, espiritualidad, poder psíquico, conocimiento y alta intuición. Posee coordinación interior, balance, claridad mental, clarividencia, intuición y compasión. Puede tener efectos psíquicos sobre las glándulas pituitaria y pineal, sobre el cráneo y sobre los ojos, sobre el cerebro y el sistema nervioso. Si está sobrecargado el ser será proclive a la soberbia y si está en falta, será temeroso, hipersensible, indisciplinado, fantasioso y novelesco, viviendo en un mundo propio de ilusiones.

Una prueba de que está en desequilibrio es cuando el ser tiende a sacar conclusiones de todas las cosas continuamente, es indeciso, no es capaz de ver a lo lejos, al contexto general, al “bosque” y tiene confusión con respecto al rol que juega en la vida. Cuando el desequilibrio es grave, o está directamente bloqueado, presenta además dolores de cabeza, fatiga visual, ceguera, visión borrosa y pesadillas.

Este chakra está relacionado con la luz y con el planeta Júpiter, con el color rosa, con el aroma del clavo de olor, del eneldo y del incienso, el eucalipto y la lavanda, con las Sequoias, con la fruta mango, las flores Amaranthus y Manzanilla.

Sus gemas son la amatista, el lapislázuli, la fluorita, la azurita, obsidiana azul, turmalina azul, celestita, granate, quarzo azul, lepidolita, kunzita, malaquita, moldavita, fluorita roja, tanzanita, zafiro, sodalita, topacio y jaspe azul.

Para equilibrar este chackra, se debe usar alguna de sus gemas, y ropas de su color, todo el día, para que la piel esté en contacto muchas horas con la vibración que le corresponde, hasta que ello llegue desde el aura hacia el interior de su chakra de la frente o tercer ojo.

Entre todos los chakras, el chakra Ajna es un centro integrador de la personalidad. Cuando existe confusión, la meditacion diaria orientada hacia este chakra permite iluminar con la luz del alma la situación que necesita solución.