martes, 28 de junio de 2011

Los chakras, el chakra Laríngeo



El ser humano tiene siete chakras o centro de toma energéticos que le permiten comunicarse con el Cosmos. De todos los chakras, el chakra laríngeo es el Quinto Chakra, el que está asociado a la comunicación, al crecimiento y a la auto expresión. Se lo representa con una flor de loto azul de 16 pétalos situada en la base del cuello, entre la clavícula y los hombros. Su influencia abarca la boca, la garganta, los oídos, las cuerdas vocales y las glándulas paratiroides y tiroides, cuya secreción hormonal es la responsable del crecimiento y el desarrollo del ser. Está relacionado con el elemento agua, con el éter y con los planetas Mercurio y Neptuno, por lo cual permite la entrada de lo misterioso y milagroso. En sánscrito se lo llama Vishudda.

Sus gemas son la turmalina, el cuarzo azul, el ágata azul, el lapislázuli, la amatista, la obsidiana azul, la azurita, la turmalina, la turquesa, el topacio azul, la celestita, la crisocola, la kunzita, el zafiro azul, el circonio, aguamarina y sodalita. Sus aromas y sus flores son la canela, la vainilla, el ciprés y la madera de sándalo.

Cuando está perfectamente balanceado nos permite expresar nuestra verdad sin miedo, despierta la inspiración, la sinceridad, la paz, alegría, confianza, fe en sí mismo, tranquilidad, confianza, creatividad, espiritualidad, contemplación, paciencia, paz, protección, estabilidad, lealtad, perdón y apertura de la intuición. Estimula la comunicación clara con otros seres humanos y atempera los sentimientos de soledad. Es un color asociado a la sanación porque se lo considera antiséptico natural.

Cuando el chakra laríngeo está desbalanceado, la persona tiene incapacidad de comunicarse con otros en forma clara, dudas, indecisiones y sentido de desconcierto e indefensión ante el futuro, poca habilidad para aprender y pereza. También un signo de desbalance del quinto chakra son dolores de cabeza y tensión en los músculos del cuello y los hombros, así como resfríos y problemas de tiroides.

Si buscamos calma y relajación en medio del caos o en etapas de crisis, lo ideal es colocar cerca nuestro elementos de color azul en todas sus gamas, claras u oscuras, como almohadones, telas, cuadros, ropas o pañuelos. Lo mismo cuando buscamos comunicación clara en un nuevo trabajo y con los seres queridos o cuando realizamos mudanzas y viajes de larga distancia. Físicamente se utiliza cuando hay dolor de cabeza, migraña, dolor de oídos, fiebre, alta presión sanguínea, problemas de visión y laringitis.

Una forma muy efectiva de utilizar la benéfica vibración del color azul, es colocando pequeñas piedras de este color bajo nuestra ropa, en nuestra mesa de luz o en nuestro ropero, para que estén cerca nuestro varias hora al día, en lo posible en contacto con nuestra piel, nuestra ropa o calzado.

El quinto chakra tiene la función de servir como puente entre los pensamientos y nuestros impulsos, nuestras reacciones. Es un chakra a través del cual surgen nuestro llanto, nuestra risa, nuestra alegría o nuestro enojo.

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