jueves, 22 de abril de 2010
Cómo circula la energía en el cuerpo humano
Cuando observamos al cuerpo humano no somos concientes de que ese físico visible no es el único componente y de que su tamaño no termina con la piel. Un ojo entrenado puede visualizar alrededor de él movimiento de colores y energías que pulsan e irradian hacia afuera. Ello es debido a cómo circula la energía en el cuerpo humano y a la energía particular de cada ser, que forma como una huella dactilar en todo su alrededor.
Esa energía, además de circular por el cuerpo físico, circula a través de lo que se conoce como los cuerpos sutiles, que son el cuerpo etérico, el cuerpo emocional y el cuerpo mental. También circula por los cuerpos espirituales, nuestra conexión con la conciencia espiritual o superior. Para todo ello necesita canales por donde circular libremente y lugares donde almacenarse. Esos canales y centros de almacenamiento y distribución son conocidos desde la antigüedad por los orientales. Dependiendo de que grupo étnico del Este estemos hablando recibieron distintos nombres. El hecho de que los occidentales ni siquiera hayamos percibido la existencia de esos canales y centros de distribución ha contribuido a que no tengamos un nombre “apropiado” con el cual llamarlos, y terminemos adoptando la palabra extranjera.
Los canales (según los hindúes “nadis” o según los chinos y japoneses “meridianos”) nos permiten unirnos a los canales de otros seres a través de los “chakras” . Los chakras son lugares especiales donde juntamos energía. Son los centros de distribución. La energía es llamada “ki” por los japoneses, “qi” por los chinos y “prana” por los hindúes. Cada chakra protege a determinados órganos del cuerpo físico.
El cuerpo etérico es como una capa gaseosa que tiene aproximadamente el mismo ancho que el cuerpo físico y se carga de energías desde el Plexo Solar, un chakra que se encuentra unos pocos centímetros por encima del ombligo. Es de color amarillo dorado y pertenece al elemento Fuego. Es un chakra muy importante dentro de los chakras principales, unido a muchos chakras secundarios pequeños. Este es el lugar del cuerpo desde donde absorbemos la energía del sol.
El plexo solar es el lugar de asiento de los miedos y temores profundos, es desde donde el cuerpo emocional fluye hacia afuera. Como está conectado con el de otras personas que se mueven dentro de nuestro mundo energético, cuando percibimos algo que nos asusta solemos sentir un cosquilleo en el lugar. Si este chakra tiene un funcionamiento incorrecto o no gira a la velocidad correspondiente, la persona siente que todo lo que hace se llena de obstáculos previos al fracaso. La armonía se puede lograr nuevamente trabajando con terapias de sonido o con meditación, temas que desarrollamos en profundidad en nuestros talleres de armonización.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario